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jueves, 1 de agosto de 2024

La cronificación del problema de la vivienda

La calidad de vida de los países más ricos está respaldada por una amplia gama de productos y servicios, la educación y la sanidad especialmente, sin embargo no se ha conseguido asegurar el derecho a disfrutar de una viviendaPero, pese a lo que algunos puedan pensar, la oferta insuficiente de vivienda adecuada a un precio asequible no es un problema específico de los tiempos actuales.  Por el contrario, el de la vivienda es un problema muy antiguo que, más o menos agudizado, tiene carácter crónico y universal.  

Algunas breves referencias al pasado, lejano y más reciente, pueden ser ilustrativas de que estamos ante algo estructural, más allá de los factores y las soluciones coyunturales.

Hace 150 años Federico Engels decía que el "problema de la vivienda", al que la prensa estaba dedicando mucha atención, no era privativo de aquellos tiempos sino que las carencias con la vivienda ya habían sido padecidas por las "clases oprimidas" anteriormente.


Mas o menos por las mismas fechas,  en el Diario Oficial de Avisos de Madrid (30/11/1871) se podía leer: “Las casas están por las nubes, pues un miserable tugurio sobre el tejado cuesta lo que hasta hace poco costaba un piso cómodo y ventilado” (2). Hace siglo y medio, en un contexto social y económico muy diferente al actual, también se padecía bruscos encarecimientos de la vivienda.


Son muy ilustrativos los artículos de Eduardo Montagut sobre algunos escritos y conferencias del socialista Julián Besteiro acerca del los problemas de la vivienda en torno a 1920.  Cien años después puede decirse que el problema, sus causas, síntomas y las propuestas para solucionarlo…, con las lógicas peculiaridades de épocas muy diferentes, se perpetua en lo esencial. 

Tras la Guerra Civil, durante tres largos decenios, la capacidad de construir viviendas en España estaba por debajo de las necesidades que generaba el éxodo rural. En las principales ciudades no había vivienda para todos y las que se construían, además de tener deficiencias de calidad, obligaban a vivir a las familias en condiciones próximas al hacinamiento. El cartel descriptivo de una promoción de viviendas en Barcelona muestra que la superficie disponible media por persona rondaba los 10 m2c.

miércoles, 30 de octubre de 2019

120 horas de diálogos sobre conflictos urbanos en La Casa Encendida


En la primavera de 2010 el grupo Territorio Racional y Sostenible y La Casa Encendida iniciamos una serie de ciclos de mesas redondas para reflexionar y debatir a cerca de la necesidad de una utilización más racional y sostenible del territorio. Hasta el momento se han celebrado 60 sesiones en las que han participado cerca de 200 expertos. Nuestro propósito ha sido analizar conflictos y difundir ideas a favor de una utilización más racional del territorio, porque creemos que los usos que se le están dando no responden a criterios de equidad, de cohesión social, de eficiencia económica y son contrarios a la sostenibilidad.
Es necesario cambiar el modelo de desarrollo urbano
En 2010 teníamos ante nosotros una larguísima muestra de los muchos despropósitos territoriales y urbanísticos cometidos especialmente durante los años de la burbuja. Eran y son la irrefutable constatación de un modelo de desarrollo urbano que entiende el urbanismo sólo como negocio, como oportunidad de obtener grandes plusvalías, como dinamizador de la economía y no como la forma de hacer política para mejorar la vida de los ciudadanos, preservar el medio ambiente y proteger el territorio como recurso necesario y limitado. Escandaliza, con razón, la “corrupción urbanística” pero es necesario subrayar que es más grave la “corrupción del urbanismo”.
Estamos ante un modelo de desarrollo urbano en el que las estrategias empresariales, solo guiadas por la rentabilidad económica, están normalmente respaldados por unos poderes políticos y una sociedad que en su conjunto son, cuando menos, complacientes. En la primera sesión de estos ciclos, que titulamos Educar en defensa del territorio, Fernando de Terán nos recordaba que la gravedad del tema radica en que se hace “…una planificación que conduce a un desastre urbanístico y ello se está haciendo dentro de la legalidad”. En una de sus intervenciones en otro de nuestros ciclosEduardo Mangada señalaba que “…estamos en un momento de degradación de la cultura urbanística, en un momento de mercantilización de la ciudad, la ciudad transformada en mercancía en lugar de la ciudad como espacio de convivencia…”.En otra de las sesiones José Antonio Corraliza nos reconocía que proponer la racionalidad en el uso del territorio es “atrevido” pero imprescindible porque, como demuestra la Historia, la libertad incondicional en la utilización de “… los recursos comunes resulta ser la ruina para todos”. 
En repetidas ocasiones se ha puesto el dedo en la yaga de los “nuevos desarrollos” de la ciudad de Madrid. Se han cuestionado desde diversas perspectivas, por su afán de agotar la capacidad del municipio, pero también por su forma de concebir la ciudad. Carlos Lasherasexplicó muy claramente diversos aspectos técnicos sobre su insostenibilidad y lo difícil que le resulta, cuando va a estos barrios, sentirse “…en una ciudad y … reconocer la ciudad de Madrid”.  Sobre la necesidad del cambio de modelo de desarrollo urbano, Verónica Sánchez (n’UNDO) advirtió que “… no se trata de construir las ciudades del futuro, creemos que el problema que tenemos ahora mismo es construir futuro para nuestras ciudades”.
Es necesaria otra política de vivienda 
Buena parte de ese futuro dependerá de cómo se afronte el sempiterno problema de la vivienda, al que hemos dedicado varios ciclos. En un sistema residencial como el que tenemos, con un predominio abrumador de la vivienda en propiedad, se produce una muy fuerte supeditación a las reglas del mercado que, entre otros, deja postergados principios tan importantes como la función social de la propiedad. La debilidad del mercado de alquiler y su encarecimiento son algunos de los rasgos más negativos. Fernando Encinar, cofundador de idealistas.com defendió que “…un mercado fuerte de alquiler, que haya millones de personas que viven de alquiler, que haya un mercado muy dinámico y saneado…” cambiaría la sociedad. 
En el ciclo de 2019, Elena Beunzacomo responsable estatal de vivienda, dialogando sobre la necesidad de una nueva política, subrayó que lo “realmente importante es establecer un nuevo régimen jurídico en materia de vivienda en España”. Unos años antes, desde la perspectiva de las asociaciones de vecinos, María Roces defendió su opinión sobre la falta de una auténtica política de vivienda “lo que ha habido es política ligada al negocio inmobiliario”. El problema de vivienda se manifiesta en el ámbito local pero tal como advirtió Javier Burón “ni siquiera las ciudades más ricas y con gobiernos más o menos progresistas, pueden ganar la batalla de la vivienda solas”. Aunque la causa mas evidente del problema es la elevación de los precios, especialmente de los alquileres, hemos ampliado el debate a otros elementos del sistema residencial, tales como la dinámica sociodemográfica, la situación económica, la normativa urbanística y sobre vivienda, o la estructura del parque residencial y su utilización. El problema no es tanto la escasez como la inadecuación.
Más accesibilidad con menos coches
Tenemos también que cambiar la forma de movernos por las ciudades y como señaló Alfonso Sanz (Gea21) hay que partir de la transformación de “un urbanismo pensado desde el parabrisas, desde las necesidades del automóvil”. En algunos de los últimos ciclos hemos buscado propuestas para otro modelo que, garantizando la accesibilidad, sea respetuoso con la salud de las personas y con el medio ambiente. En ese sentidoFelipe Fernández (UAM) recordó que “la contaminación atmosférica afecta de forma directa a la salud de los habitantes de las ciudades y, básicamente, depende de las emisiones procedentes del tráfico”. Sobre la necesidad de un modelo más equitativo en el uso del espacio público, Alejandro del Castillo (n’UNDO) insiste en que “las ciudades están hechas sobre la prevalencia del automóvil privado” y propone que “la solución está en recuperar la ciudad que el coche ha roto y ha fragmentado”. Dialogando sobre cómo recuperar el espacio ocupado por el coche, Carlos Verdaguer (Gea21) recuerda que, tras el automóvil, la nueva redistribución de usos del espacio urbano habrá de hacerse mediante “un modelo en el que deseos y necesidades se consensuen colectivamente”.
Una sociedad más implicada en los cambios
La preocupación por la implicación de la ciudadanía en los cambios de modelo ha sido una constante en todos nuestros ciclos de Diálogos en La Casa Encendida. Pensamos que los cambios no se producirán sin movimientos ciudadanos fuertes y decididos y para ello es muy necesario difundir el conocimiento de los valores culturales y ambientales del territorio. En el ciclo que dedicamos a la revisión del Plan General de Madrid, José Luis Infanzón, director del Plan, defendió que en la planificación “no hay nada exclusivamente técnico, si hablamos de Madrid, hablamos de la ciudad, hablamos de la “polis” y todo lo que se refiere a la "polis"  es política, es un tema de los ciudadanos”. Ya en algunas de las primeras sesiones José María Ezquiaga (UPM) reclamó la “necesaria reconstrucción del vínculo entre el urbanismo y la sociedad”. Por otra parte, el filósofo José Segoviapresente en casi todos nuestros ciclos, insistía rotundamente en la necesidad de la implicación de la sociedad: “No hay nada que tranquilice más a los gobiernos que una sociedad descerebrada, descabezada, sin leguaje, el que no tiene lenguaje no piensa y el que no piensa no critica, se somete”. Desde la perspectiva del Derecho, Jorge Agudo(UAM) reclamaba la necesidad de “…tomarnos en serio la información pública. El ciudadano tiene que ir a decir lo que piensa y tiene que ser considerado”. 
Los diez ciclos ya realizados, como los que se puedan desarrollar en el futuro, se inscriben dentro de una decidida acción de difusión ante la necesidad de la implicación social. En enero de 2020 comenzará en La Casa Encendida el ciclo XI de Diálogos sobre conflictos urbanoscon “25 preguntas sobre el futuro de Madrid” y, como en ediciones anteriores, expertos profesionales, académicos, responsables políticos… debatirán sobre la necesidad de consensuar los cambios en los modelos de desarrollo urbano, las políticas de vivienda y la movilidad en nuestras ciudades.

jueves, 25 de febrero de 2016

LOS ANTECEDENTES FRANQUISTAS DE LA POLÍTICA DE LA VIVIENDA SOCIAL

Luis Moya González, Catedrático de Urbanística y Ordenación del Territorio en la ETS de Arquitectura de Madrid, ha publicado en el número 100 de Cuadernos de Investigación Urbanística un artículo titulado "Los antecedentes franquistas de la política de la vivienda social", cuya lectura recomiendo.

Resumen:
“Además de otras razones conocidas y publicadas para explicar la “burbuja inmobiliaria” y su consecuente crisis posterior que se produce en España con el cambio de siglo, no se ha reparado suficientemente que el problema de la vivienda no es coyuntural sino que es el resultado de una estructura inmobiliaria, que si no tiene su origen estrictamente después de la Guerra Civil, sí es el momento de su sistematización y puesta en práctica, sin interrupción hasta nuestros días. En efecto, el proceso no sufre cambios sustanciales con la nueva democracia, y solo cabría destacar algún intento de nueva legislación sobre el alquiler, la fiscalidad y el control de las viviendas vacías, en el Gobierno de Rodríguez Zapatero de alrededor de 2005; lo cual, sin embargo, ha quedado en suspenso con el advenimiento de la crisis económica”



sábado, 5 de diciembre de 2015

“Todos propietarios de la vivienda”.


Una de las características más diferenciadoras de la sociedad española con respecto a los principales países europeos es la alta proporción de propietarios de vivienda. Prácticamente no existe oferta de vivienda en alquiler y, desde hace muchos decenios, vivienda y propiedad se han convertido en términos indisociables. Pero no siempre ha sido así. Hasta mediados del siglo pasado, la mitad de los hogares vivían en alquiler, pero desde finales de los años 50 el alquiler se fue concibiendo como una solución precaria.
Se presentan aquí dos textos correspondientes a discursos del primer Ministro de la Vivienda, el falangista y arquitecto José Luis de Arrese, que quizás ayuden a comprender el origen del “todos propietarios de la vivienda”.
El primer párrafo corresponde al “Discurso ante las Cortes Españolas, presentando el Plan de Urgencia Social de Madrid”,  el 6 de noviembre de 1957 

..."Dejo a un lado la venta de pisos, aunque hoy absorbe casi por completo el negocio de la construcción, porque no es una tercera fórmula, ni siquiera una posible solución al problema de la escasez, sino un fenómeno surgido precisamente de la escasez y encaminado a aprovecharse de ella. La venta de pisos solo ha conseguido imponerse al amparo de unas disposiciones que taponaban la salida de la iniciativa privada hacia la forma lógica y normal de la renta, y su aparición, por tanto, denuncia más el defecto de un sistema que la virtud de otro.”
El ministro critica el predominio de la venta en la oferta de vivienda privada por la escasa rentabilidad que permite la normativa sobre alquileres: la “renta limitada”.
Arrese, José Luís de. (1959). “Política de Vivienda (textos y Discursos)”. Madrid: Talleres Gráficos “Expres”, p.101 

El segundo texto es de dieciocho meses después, pertenece a un acto con los Agentes de la Propiedad Inmobiliaria y fue publicado en el ABC. El titular es suficientemente expresivo del cambio de orientación.
 En su discurso el Ministro clamaba por que

“…la vivienda sea del que la vive”  ya queen ello está el servicio a la causa común de lograr la armonía de todos en la paz de un hogar fijo y estable”.

Y añade que hay que
“… considerar superado el sistema de "Renta Limitada" para alcanzar la etapa ideal de la "Venta Limitada". Venta para que, a través de ella, se facilite el rápido acceso del hombre a la propiedad de lo que está más íntimamente ligado a su propia personalidad y a la existencia de su propia familia. Limitada, para evitar que el apetito desordenado de alguno malogre este encuentro del hombre con su contorno”
“… no, queremos una España de proletarios, sino una España de propietarios.”

Quizás estos textos ayudan a entender unos comienzos “ideológicos” que perseguía asegurar la estabilidad social y política en los años 50, pero después y de una forma progresiva la explicación hay que buscarla en los intereses económicos que han convertido a la vivienda en un activo económico de especial importancia para los sectores financiero, inmobiliario y de la construcción, pero también para las administraciones públicas y para las economías familiares.

jueves, 26 de noviembre de 2015

Engels y el problema de la vivienda

Engels, F (1977) “El problema de la Vivienda y las grandes ciudades”, Barcelona: Gustavo Gili. p.15

“El denominado problema de la vivienda, al que la prensa dedica hoy en día tanta atención, no consiste en el hecho de que la clase obrera viva por lo general en viviendas deficientes, superpobladas y malsanas. Este problema de la vivienda no es privativo de la época presente; ni siquiera es uno de los males típicos del proletariado moderno, que no hubiesen padecido las anteriores clases oprimidas…”



Calle de Londres (Gustavo Doré, 1872)
Estas líneas pertenecen a uno de los artículos que escribió Engels sobre “el problema de la vivienda” en el periódico "Der Volksstaat" a principios de 1872 e invitan a reflexionar sobre el carácter atemporal del problema y a pensar que su solución no está en aplicar medidas paliativas para corregir efectos específicos en lugares y épocas concretas. Para actuar eficazmente sobre los problemas que actualmente se padecen en torno a la vivienda habrá que diagnosticar y combatir sus “causas últimas”.



Para leer más sobre los artículos escritos por Federico Engels sobre el Problema de la Vivienda, ir a  https://www.marxists.org/espanol/m-e/1870s/vivienda/2.htm