Insistiendo en lo que ya dije en una entrada anterior (25/07/2018), me hago eco aquí de un artículo publicado por Carmen Trilla en el diario El Mundo (5/8/2018), titulado “Vivienda Social”.
Por más obvio que parezca y por más veces que se haya repetido sigue siendo necesario insistir en lo que tan clara y acertadamente expone Carmen Trilla:
“…la vivienda social es aquella que, siendo de titularidad pública o privada, es ofrecida en régimen de alquiler a precios no regidos por el mercado sino por la capacidad de pago de los inquilinos”.
… “de lo que se trata es de darle un vuelco a nuestra situación estructural, promoviendo, comprando o rehabilitando viviendas que se puedan destinar a alquiler que no se rija por el mercado.”
“Dos ejes pues deben marcar la política de vivienda de futuro en España. El primero el incremento del parque social de alquiler y el segundo la supeditación de toda forma de vivienda protegida a una duración indefinida de su calificación con un control público de las transmisiones y de sus precios.”
Citamos también algo que publicamos en Ciudad y Territorio hace casi 10 años (*):
“Hay que terminar con la confusión de que la única vía para satisfacer las necesidades de alojamiento es la compra de una vivienda y corregir la incongruencia que supone que la venta de una vivienda protegida dé lugar, de forma sistemática, a la apropiación privada de las plusvalías generadas con el esfuerzo público. Debería establecerse como objetivo la no enajenación de viviendas construidas con algún tipo de ayuda pública y, de forma transitoria, controlar los procesos de descalificación alargando progresivamente los plazos.”
También queremos recordar que entre las Conclusiones del curso “Un nuevo paradigma para la vivienda”, que celebramos en La Casa Encendida de Madrid en 2016, se dijo:
“Nunca ha existido auténtica política social de vivienda. Las políticas de vivienda han estado fundamentalmente orientadas a ofrecer facilidades financieras y fiscales para dinamizar la demanda en favor de una producción (sectores financiero, inmobiliario y de la construcción) que ha llegado a ser irracional por excesiva. La política de vivienda ha de desarrollarse como servicio público en el marco del “Estado social” y al margen del mercado de vivienda-inversión.
)
(*) Vinuesa, J., De la Riva, JM. y Palacios, A. (2009) “Política de vivienda y urbanismo”, Revista Ciudad y Territorio Estudios Territoriales. 161-162, p. 516.
No hay comentarios:
Publicar un comentario