En los Blogs TerritorioyVivienda y La
vivienda: más madera se han publicado recientemente sendas reflexiones
cuestionando la aprobación por parte del Ayuntamiento de Madrid del Plan
Parcial de Reforma Interior de la calle Raimundo Fernández Villaverde, 50 en
el que se construirán 355 viviendas de lujo.
Los medios lo han publicitado como la culminación de un caso más de venta de un
suelo público por el que se obtiene un elevado precio a pesar de que la
situación del mercado no sea la más favorable (111 millones de euros que ingresa
el Ministerio de Defensa). No parece haber sensibilidad ante la incalculable,
pero sí imaginable, pérdida del valor que otros usos dotaciones públicos de ese solar podrían haber aportado como mejora de la ciudad, de la calidad de vida de todos los
madrileños actuales y futuros.
Las decisiones de Defensa y del Ayuntamiento de
Madrid favorecen a un reducido grupo de ciudadanos que van a poder disfrutar de
una vivienda de lujo en un emplazamiento privilegiado, haciendo a la vez una
lucrativa inversión. Aceptando que se trata de intereses lícitos, estos
ciudadanos podrían haberlos satisfecho con la oferta ya existente en la ciudad,
incluso en la misma zona.
Sin entrar en los detalles concretos de la venta o del
Plan Parcial, hay que preguntarse cómo los responsables del Urbanismo de Madrid
pueden justificar estas pérdidas de patrimonio público contrarias a la defensa
del interés general