En una
anterior entrada en este Blog (¿Cuántas
viviendas dicen ahora que se necesitan en España?) comentábamos unas declaraciones del
presidente de los promotores y constructores inmobiliarios, Gómez-Pintado, en
las que afirmaba que “la construcción de
unas 150.000 viviendas al año en España serían más que suficientes”.
En este caso
tenemos que referirnos a una breve nota publicada en CEPREDE, elaborada por Juan José Méndez,
donde “se analiza la evolución, proyecciones y escenarios de la población, los
hogares y las viviendas”. de cuya existencia me
En la nota de CEPREDE se recogen una serie de afirmaciones
sobre las proyecciones del INE, la dinámica demográfica y la vivienda, cargadas
de imprecisiones e inexactitudes:
“Las proyecciones de población elaboradas por
el INE (2014 - 2064) adelantan una cierta contención de la población total que
tendría su reflejo, entre otras magnitudes, en las necesidades de vivienda,
aunque estas proyecciones están sujetas a una alta volatilidad. Las cifras
proyectadas a futuro son muy dependientes de los ratios demográficos
monitoreados año a año por la entidad oficial y cuya variabilidad en tiempos de
grandes cambios generan cambios anuales importantes.”
“Al margen de la reducción de la población,
el número de hogares podría aumentar a un ritmo medio anual de unos 145.000 por
año debido a la reducción del tamaño medio por hogar.”
“La brecha entre el aumento neto del parque
residencial y los nuevos hogares se iría cerrando progresivamente a medida que
se vaya absorbiendo el stock acumulado, contribuyendo a aumentar la demanda de
viviendas aunque a un ritmo muy moderado.”
“El total de la población se podría reducir
en torno a 1 millón de personas en los próximos 15 años. Para el futuro, lo que subyace es el
componente de inmigración, la tasa de fertilidad de las mujeres y la esperanza
de vida. Por lo que se abren muchos escenarios.”
Entiendo que estamos ante un ejemplo más de trato poco respetuoso
con el análisis demográfico por la falta de rigor con que se obtienen y se
aplican conclusiones, especialmente a la hora de interpretar los fenómenos y al
dimensionar las necesidades de vivienda.
No voy a insistir en contraponer otras estimaciones que, también a
partir de las Proyecciones del INE, dan unos incrementos del número de hogares muy
por debajo de los que en la nota se anuncia (ver las entradas publicadas en
este Blog y relacionadas al final de esta nota).
Los intereses vinculados a la recuperación de la promoción inmobiliaria
y la construcción no podrán seguir indefinidamente ignorando la realidad
demográfica. Para quienes estén interesados en un análisis más riguroso de la
evolución de las necesidades de vivienda, dedicaré esta entrada a recordar algunas
consideraciones básicas():
1 - Disponer de un alojamiento digno y adecuado
es una de las necesidades básicas del ser humano y tener satisfecha esa
necesidad es un derecho universalmente reconocido. No hay que confundir este
derecho con el de ser propietario de una vivienda.
- Cada hogar necesita una vivienda. El número
de viviendas necesarias para una población puede ser estimado a partir de su
dinámica demográfica, más concretamente de la evolución de los hogares.
- Necesidad y demanda de vivienda son dos
realidades diferentes. Hay necesidad que no puede convertirse en demanda (problema
de la vivienda por carencia absoluta o inadecuación por precios, tipos,
localización…) y puede haber demanda de vivienda en compra aunque no exista
necesidad de alojamiento (segunda residencia, inversión…).
- Las necesidades de vivienda han de ser
estimadas para ámbitos y momentos determinados en los que poder aplicar políticas
de vivienda, planificar desarrollos residenciales o plantear estrategias
empresariales. Las estimaciones de necesidades de vivienda para el conjunto
nacional están viciadas de origen por partir de un error conceptual básico: los
hogares necesitan sus viviendas en ámbitos territoriales concretos; los datos a
escala nacional no tienen utilidad práctica.
- El crecimiento del número de hogares no
significa necesariamente que haga falta construir nuevas viviendas. Habrá que
contraponer ese incremento con el stock de viviendas disponibles en el mismo
ámbito territorial.
- La dinámica de hogares, o cambios que de
manera continua se producen en su número y en su composición, es el resultado de
una serie de flujos (creación, extinción, transformación…) que hacen que
aumente o disminuya su número y que varíen los tipos de hogares existentes
(evolución de las formas de convivencia y de las estructuras y tamaños de los hogares).
Los flujos de creación están básicamente alimentados por los procesos de
emancipación, mientras que los de hogares que desparecen son consecuencia
directa del fallecimiento del último miembro de hogares preexistentes.
- En el caso de la población Española, la
inercia que nos muestra gráficamente la pirámide de edades anuncia, de manera
irrefutable, un progresivo debilitamiento de los flujos debidos a la
emancipación y un incremento, también creciente, de los flujos de extinción.
- No es técnicamente correcto que la reducción
del tamaño medio sea la causa del crecimiento del número de hogares por encima
del crecimiento de la población en su conjunto. La reducción del tamaño medio
del hogar se debe a diferentes causas: prolongación de las fases de nido vacío y de extinción por el aumento de la esperanza de vida; reducción de la
fecundidad en los hogares en fase expansiva; aumento de las separaciones y de
los hogares monoparentales, o el aumento de las personas que tras la
emancipación deciden vivir solas. Sólo los dos últimos fenómenos pueden incidir
el aumento del número de hogares. La variación del número de hogares va a
depender, sobre todo, de la inercia negativa de la actual pirámide, como ya ha
quedado dicho en el punto anterior.
- Las migraciones son un muy importante factor
de cambio en la dinámica demográfica y pueden incidir de muy distintas formas
en la dinámica de hogares, según los flujos de entradas y de salida y los
perfiles de los migrantes y sus formas de convivencia. Los flujos migratorios
pueden ser eventualmente el factor de cambio demográfico más importante, bien
por movimientos locales de carácter residencial, como por las corrientes interregionales
o internacionales generadas por motivos laborales.
- Los
flujos migratorios de hogares generan necesidad de vivienda en el lugar de
destino y dejan viviendas libres en el lugar de partida. Los efectos de estos
flujos, de máxima relevancia en el cálculo de necesidades, quedan ocultos en
los datos a nivel nacional.
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otras Notas sobre la estimación de
las necesidades de vivienda