domingo, 15 de noviembre de 2015

IMPORTANTE DECLARACIÓN DE LOS DEFENSORES DEL PUEBLO: SOBRE LA VIVIENDA PÚBLICA EN ESPAÑA



El  18 de Septiembre de 2015 con motivo de las XXX Jornadas de Coordinación, los Defensores del Pueblo de las CCAA,  con el Defensor del Pueblo de España a la cabeza, publicaron una Declaración conjunta sobre  “La vivienda pública en España”.  ir a la declaración

Esta declaración viene a sumarse al trabajo iniciado hace algunos años por el Defensor del Pueblo (ver su “Estudio sobre Viviendas Protegidas Vacías” de marzo 2013), y nos parece un hecho de gran relevancia que, sin embargo, apenas ha tenido eco en los medios de comunicación más importantes, o al menos no se le ha dedicado el espacio que merece.

Nos congratulamos por la sintonía de esta Declaración con muchos de los postulados que hemos defendido en diversas publicaciones y en el blog TerritorioSostenible2011:
   Ver:   “El fenómeno de las viviendas desocupadas” [1], y “Política de vivienda y urbanismo”[2]
Es necesario disponer de información que permita el diseño de las políticas públicas de vivienda.
Hay que exigir la creación de un Registro de Viviendas Protegidas. Algunas Comunidades Autónomas ya se han puesto a la tarea
 Ver:  “Algo se mueve en la información sobre las viviendas”
Las administraciones públicas han de definir qué es una vivienda vacía y regular su régimen.
Hay que dar respuesta efectiva a quienes no pueden disponer de una vivienda digna a partir del reconocimiento del derecho a la vivienda como un derecho subjetivo.
Hay que crear o reforzar parques de vivienda pública en alquiler

Nos congratula que estas propuestas, que algunos venimos defendiendo desde hace años, sean respaldadas también por los Defensores del Pueblo y que algunos gobiernos regionales hayan avanzado en esa dirección con medidas legislativas y actuaciones para mejorar el conocimiento del fenómeno de las viviendas vacías. Tras la crisis inmobiliaria, este es un buen momento para reclamar estos y otros objetivos, imprescindibles en la búsqueda de un nuevo paradigma para la vivienda.  






[1] Vinuesa Angulo, J; De la Riva Ámez, J.M y  Palacios García, J.A. (2008) El fenómeno de las viviendas desocupadas. Madrid: FUAM

[2] Vinuesa Angulo, J; De la Riva Ámez, J.M y  Palacios García, J.A. (2009) “Política de vivienda y urbanismo”, Revista Ciudad y Territorio Estudios Territoriales. XLI (161-162) , pp.505-520..

martes, 29 de septiembre de 2015

EL FRAUDE FISCAL EN LAS RENTAS DEL ALQUILER

 

Publicado en Real Estate La revista del mercado inmobiliarios

El 49,03% de los alquileres de vivienda en España es sumergido. Existen 1,3 millones de casas cuyas rentas no están siendo declaradas a Hacienda, según las estimaciones de los Técnicos del Ministerio

de Hacienda (Gestha).


"La gran mayoría, 973.429 inmuebles, son arrendamientos hechos a desconocidos, mientras que 367.059 son viviendas cedidas gratis o a un precio bajo, normalmente a un familiar. Es el gran negocio de arrendar pisos bajo cuerda, un clásico ya del mercado inmobiliario español. No obstante, durante los peores años de la crisis el alquiler ilegal ha sido la única salida para muchas familias cuya supervivencia pendía casi de ese hilo. Aunque alta, la cifra ha disminuido. En 2008, más del 55% de los alquileres de vivienda defraudaban al Fisco, según Gestha. Las rentas por arrendamientos no declarados rozaron los 3.000 millones de euros anuales. El descenso en la tasa de alquileres sumergidos se justifica porque la Agencia Tributaria cuenta desde 2010 con la información de consumos de electricidad de los inmuebles. "Inició en 2012 una campaña de comprobaciones de viviendas declaradas desocupadas con altos consumos eléctricos que afloró una parte de los alquileres sumergidos. Al correrse la voz entre asesores fiscales y propietarios, se ha notado una mejora en el cumplimiento espontáneo", explica el secretario general de Gestha, José María Mollinedo. La mayoría de caseros que defraudaba eran personas mayores que alquilaban su segunda residencia para complementar su pensión y familias que durante el boom compraron una segunda casa y alquilaron la primera para poder hacer frente a la nueva cuota hipotecaria, dice Mollinedo. En el cómputo total de alquileres sumergidos están incluidos los subarriendos, es decir, los inquilinos que obtienen un dinero extra alquilando a su vez una o varias habitaciones. Resulta imposible calcular qué porcentaje suponen. "Estamos hablando de entre el 60% o el 70%", calcula Andrés Vilacoba Ramos, abogado de Asociación de Defensa de los Propietarios de Vivienda (Adeprovi). "Según nuestros estudios hay un 30% de subalquileres", rebaja Mercedes Robles, directora ejecutiva de Arrenta, que ofrece soluciones para garantizar el alquiler. Punto arriba, punto abajo, lo cierto es que este negocio no cesa. Y que si ese inquilino que recibe una o varias rentas no las declara también está defraudando al Fisco. Otra cosa es la legalidad o ilegalidad de ese doble o triple alquiler. El subarrendamiento de vivienda es legal en España solo cuando se cumplen tres requisitos. "Que sea subarrendamiento parcial; que se haya obtenido el consentimiento expreso y por escrito del arrendador, bien en el propio contrato, bien una vez iniciado el alquiler; y que la renta del subarrendamiento no sea superior a la del arrendamiento, no se puede hacer negocio", dice Pelayo de Salvador Morell, abogado del bufete deSalvador Real Estate Lawyers. Difícil no sacar provecho. Una habitación no se alquila por menos de 250 o 350 euros al mes, según la ubicación y superficie.

Además, la aparición de plataformas como Airbnb han puesto la guinda haciendo proliferar los subarriendos por temporadas. Y ojo, porque "puede tener la consideración de alquiler turístico o vacacional, en cuyo caso puede quedar sujeto a la normativa sectorial en materia de turismo, que obliga a cumplir una serie de requisitos y cuyo incumplimiento es sancionable por la administración", recuerda de Salvador Morell. "Lo que pretenden algunos arrendatarios es hacer del alquiler un negocio. Por ejemplo, un inquilino alquila un inmueble en la zona centro de Madrid por 1.000 euros (una o dos habitaciones) y a su vez alquila por 80 o 120 euros al día con una ocupación de más del 75%. Estamos hablando de unos ingresos medios de 2.250 euros y una rentabilidad de más del

100%", comenta Robles."

domingo, 30 de agosto de 2015

A propósito de la sentencia del Tribunal Supremo contra las propuestas de crecimiento del Plan de Ávila y el análisis demográfico



(Nota publicada en territoriosostenible2011 )

Como continuación de la anterior entrada, escrita por Blanca Martín (“El tribunal supremo dicta sentencias contra planes urbanísticos por falta de motivación…”), escribo esta nota para poner el foco una vez más sobre la utilización fraudulenta del “factor demográfico”.

En el fondo se trata de insistir una vez más en las opiniones, ya expuestas en otras notas y artículos, sobre la utilización tergiversadora del crecimiento demográfico como argumento para justificar desarrollos urbanísticos innecesarios. La novedad está en la sentencia del Tribunal Supremo que esgrime criterios en defensa de la racionalidad y rechaza, por fraude de ley, las excesivas, por innecesarias, clasificaciones de suelo.

Utilizaré sólo algunos párrafos de la Sentencia del TS, Sala de la Contencioso de 19/06/15, que anulan la aprobación por el Ayuntamiento de Ávila y la Junta de Castilla y León de ciertos desarrollos urbanísticos por “previsión de edificaciones no ajustada a las necesidades de población”. 

Es conveniente haber leído la nota de Blanca Martín para completar todos los detalles de la sentencia; aquí sólo voy a referirme a la argumentación “demográfica” del Ayuntamiento y a la respuesta que el Tribunal Supremo da en la sentencia. Se transcriben a continuación los párrafos correspondientes:
“Conviene recordar que la modificación tiene por objeto las siguientes actuaciones: la reclasificación de 926.129,93 m2 de suelo rústico común como suelo urbanizable…
Frente a tal finalidad la sentencia razona lo siguiente:
… c) "tampoco se comprende cómo se parte de estudios demográficos que el propio Ayuntamiento reconoce que difieren de los datos oficiales del INE y se afirma en la contestación a la demanda, que desde el servicio de Estadística del Ayuntamiento se defiende la tesis de que la cifra de empadronados que realmente reside en el municipio al finalizar el año 2009 supera el umbral de 60.000 habitantes, cuando si se acude a la página web del Ayuntamiento, en la fecha actual, resulta que la cifra de población actualizada al mes de agosto de 2013 es de 60.505 habitantes, luego dicha cifra solo se ha superado este año y con una población según el INE para el año 2012 de 58.915 como se puede consultar en su página web oficial".
Al parecer, la única información manejada es el número de habitantes de la ciudad, sobre los que se produce una discrepancia que realmente carece de todo interés. No se entiende qué pretende demostrar el Plan General (el Ayuntamiento) al “defender la tesis” de que la cifra de empadronados a final de 2009 “supera el umbral de los 60.000”. Se supone que el TS, al contraponer con otro dato del INE, sólo pretende poner de manifiesto que no hay crecimiento demográfico, para subrayar con ello otro de los cuestionamientos formulados por la Sentencia: 
…b) "tampoco se comprende la urgencia de la modificación, cuando según los propios datos del Ayuntamiento, en el PGOU vigente se planteaban un total de 17.278 viviendas, de las cuales se han ejecutado 6.608, lo que implica que quedan por ejecutar 10.670 viviendas, si quedan dichas viviendas por ejecutar, no existe una urgencia de que por vía de modificación se pretenda añadir a las mismas las 3.396 viviendas planteadas por la Sexta Modificación, sin esperar a la revisión del Plan".
Las 10.670 viviendas por ejecutar suponen, aproximadamente, una capacidad potencial para acoger a otros 28.000 habitantes, en una ciudad de 60.000, que apenas crece y sobre la que resulta muy difícil defender hipótesis de futuros crecimientos. Con la evidencia de ese exceso de capacidad y la atonía demográfica, ¡se intenta una modificación puntual para que se pueda urbanizar otras 93 Ha de suelo rústico! 

Pero la discusión debería ir mucho más allá del número de habitantes de la ciudad. Un Plan General de Urbanismo debería plantear, a partir de criterios técnicos y políticos defendibles desde la racionalidad, un “modelo de ciudad” que garantice el interés general, la sostenibilidad, la equidad, la cohesión social y territorial. Y una parte importante de los análisis técnicos, del diagnóstico y de la formulación de propuestas corresponde al análisis de la dinámica demográfica, en cuanto que es un componente estructurante de cualquier territorio. Ese análisis, realizado con capacidad técnica y rigor, ha de garantizar racionalidad a los objetivos de crecimiento, coherentes con el “modelo de ciudad” elegido.

No es este el momento de extendernos en los fundamentos teóricos que aporta la Geodemografía sobre las interacciones de la dinámica demográfica y el desarrollo territorial, sólo recordaremos que la población residente, junto con la que “utiliza” un territorio, ha de ser considerada como “causa” y como “efecto” en el proceso de cambios hacia la ciudad que se quiere alcanzar. En el análisis territorial la dinámica demográfica es: tamaño de la población, ritmos de crecimiento, componentes del crecimiento, composición –estructura por sexo, edades, nivel de formación y otras características socioeconómicas-. La población ha de ser valorada en un enfoque sistémico como “presión”, “ocupación”, necesidades a satisfacer, demandas, capacidades productivas… 

A su vez el territorio objeto de planificación ha de ser considerado como un conjunto de factores de atracción y repulsión de la población: por su superficie, como medio natural, como oferta de recursos naturales, de infraestructuras, de vivienda, de equipamientos y servicios, de empleo…, dentro de una determinada organización político administrativa y, siempre, teniendo presente el papel que juega en el sistema de asentamientos al que pertenece. 

El ajuste entre las necesidades de alojamiento y la oferta de vivienda, siendo muy importante, solo es una de las numerosas interacciones población-territorio a las que el planeamiento urbanístico ha de dar una respuesta equilibrada y coherente con los principios de racionalidad y equidad que se le suponen. 

Sin embargo, desde que existe planeamiento urbanístico en España, en ese “ajuste” se producen todo tipo de inconsistencias técnicas y arbitrariedades que, en definitiva, no son sino una forma de corromper su naturaleza racionalizadora. El análisis de la dinámica demográfica no cumple las mínimas exigencias de calidad técnica y esa ausencia de rigor permite después hacer falaces “proyecciones de población”, igualmente carentes de fundamento técnico, pero que son utilizados como argumentos indiscutibles para justificar nuevos desarrollos urbanísticos, dimensionados a la medida de los intereses puntuales del negocio inmobiliario, bajo el irracional principio de “cuanto más mejor”.

Un análisis prospectivo serio de la población, traducido a necesidades de vivienda, proporciona las referencias necesarias para la formulación de las principales determinaciones de cualquier plan urbanístico. Hay que definir y delimitar correctamente ámbitos y periodos y utilizar el hogar –no sólo el habitante- como unidad de análisis. No pueden hacerse diagnósticos correctos sin tener en cuenta que cada término municipal está dentro de un territorio más amplio con el que comparte funciones de acuerdo con la organización del sistema de asentamientos. Tampoco son aceptables las proyecciones para horizontes temporales que, por lejanía, queden fuera de cualquier previsión mínimamente defendible desde la razón.

De acuerdo con lo ya enunciado más arriba, la dinámica demográfica futura dependerá de factores endógenos de la propia población, en buena medida dependientes de la pirámide de edades, (flujos de nuevos hogares por emancipación y flujos de desaparición de hogares por extinción) y del saldo neto de hogares resultante de la diferencia entre los que llegan y los que se van. Esta es la variable más difícil de pronosticar y puede estar en función de los factores de atracción y de expulsión del ámbito de estudio y de otros territorios no siempre definibles. La existencia de viviendas atractivas por precio, adecuación y localización es probablemente uno de los factores que más pueden incidir en el crecimiento, siempre y cuando exista demanda. 

En términos generales, los planes urbanísticos municipales, al no tener argumentos para defender la necesidad de crecimiento a partir de la evolución de la demanda endógena, presuponen –al margen de lo razonable- un potencial ilimitado de demanda exógena de vivienda. Tal presunción, discutible en sí misma, se ve reducida al absurdo al constatar que todos los municipios actúan con los mismos planteamientos arbitrarios y maximalistas. Así, por ejemplo, en la Comunidad de Madrid prácticamente en todos los Planes Generales se ha sobredimensionado las necesidades de crecimiento residencial sobre la hipótesis de absorber para sí la porción “apetecida” del inmenso potencial de la demanda metropolitana. El simple ejercicio de totalizar esos excesos ofrece un panorama de decenas de miles de viviendas sin uso, de miles de hectáreas clasificadas y urbanizadas innecesariamente. Es obvio que no se habría llegado a estos despropósitos, al menos con el grado de irracionalidad con que se ha producido, de haber existido un instrumento de coordinación interterritorial, que además de frenar las estrategias municipales para atraer el potencial urbanizador a su suelo, impusiese criterios de racionalidad territorial en el desarrollo de la región metropolitana. También habría resultado eficaz una mínima exigencia de calidad técnica y de rigor en los “análisis demográficos” de los Planes, supuestamente realizados por técnicos cualificados (recomiendo leer el artículo “La (sobre)dimensión del crecimiento residencial en Madrid. El planeamiento urbanístico como coartada”).

Volviendo sobre la Sentencia, también me parecen muy interesantes, a este respecto, los pronunciamientos que incorpora el Tribunal Supremo sobre la discrecionalidad de las decisiones de los poderes públicos: 
“Puede afirmarse, en conclusión que el control judicial "aspira a evitar que se traspasen los límites racionales de la discrecionalidad y se convierta ésta en fuente de decisiones que no resulten justificadas " (Sentencia de 8 de junio de 1992), pues "la discrecionalidad no supone una permisividad para actuar en contra de las más elementales reglas de la racionalidad y el buen sentido, sino que está limitada por ellas " (Sentencia de 18 de julio de 1992).”
En conclusión, aunque no es la primera vez que los Tribunales de Justicia anulan desarrollos urbanísticos, en esta ocasión se hace por falta de justificación y de racionalidad de las propuestas de crecimiento. Los mismos razonamientos empleados en esta sentencia habrían llevado a anular cientos, quizás miles, de modificaciones de Planes Generales por toda España. Cabe esperar el comienzo de una nueva era en la que se pueda denunciar ante los tribunales de justicia el fraude de ley que supone el insuficiente rigor técnico y la falta de racionalidad que, hasta ahora, no se le ha exigido al planeamiento urbanístico para clasificar nuevos desarrollos.

sábado, 11 de julio de 2015

Falta rigor en el análisis demográfico para desmontar falacias sobre las viviendas necesarias


En una anterior entrada en este Blog (¿Cuántas viviendas dicen ahora que se necesitan en España?) comentábamos unas declaraciones del presidente de los promotores y constructores inmobiliarios, Gómez-Pintado, en las que afirmaba que “la construcción de unas 150.000 viviendas al año en España serían más que suficientes”.

En este caso tenemos que referirnos a una breve nota publicada en CEPREDE, elaborada por Juan José Méndez, donde “se analiza la evolución, proyecciones y escenarios de la población, los hogares y las viviendas”. 

En la nota de CEPREDE, de cuya existencia he tenido conocimiento a través de Ignacio Aguirre, se recogen una serie de afirmaciones sobre las proyecciones del INE, la dinámica demográfica y la vivienda, cargadas de imprecisiones e inexactitudes:
“Las proyecciones de población elaboradas por el INE (2014 - 2064) adelantan una cierta contención de la población total que tendría su reflejo, entre otras magnitudes, en las necesidades de vivienda, aunque estas proyecciones están sujetas a una alta volatilidad. Las cifras proyectadas a futuro son muy dependientes de los ratios demográficos monitoreados año a año por la entidad oficial y cuya variabilidad en tiempos de grandes cambios generan cambios anuales importantes.”
“Al margen de la reducción de la población, el número de hogares podría aumentar a un ritmo medio anual de unos 145.000 por año debido a la reducción del tamaño medio por hogar.”
“La brecha entre el aumento neto del parque residencial y los nuevos hogares se iría cerrando progresivamente a medida que se vaya absorbiendo el stock acumulado, contribuyendo a aumentar la demanda de viviendas aunque a un ritmo muy moderado.”
“El total de la población se podría reducir en torno a 1 millón de personas en los próximos 15 años. Para el futuro, lo que subyace es el componente de inmigración, la tasa de fertilidad de las mujeres y la esperanza de vida. Por lo que se abren muchos escenarios.”
Entiendo que estamos ante un ejemplo más de trato poco respetuoso con el análisis demográfico por la falta de rigor con que se obtienen y se aplican conclusiones, especialmente a la hora de interpretar los fenómenos y al dimensionar las necesidades de vivienda.

No voy a insistir en contraponer otras estimaciones que, también a partir de las Proyecciones del INE, dan unos incrementos del número de hogares muy por debajo de los que en la nota se anuncia (ver las entradas publicadas en este Blog y relacionadas al final de esta nota). 

Los intereses vinculados a la recuperación de la promoción inmobiliaria y la construcción no podrán seguir indefinidamente ignorando la realidad demográfica. Para quienes estén interesados en un análisis más riguroso de la evolución de las necesidades de vivienda, dedicaré esta entrada a recordar algunas consideraciones básicas [1]

1. Disponer de un alojamiento digno y adecuado es una de las necesidades básicas del ser humano y tener satisfecha esa necesidad es un derecho universalmente reconocido. No hay que confundir este derecho con el de ser propietario de una vivienda.

2. Cada hogar necesita una vivienda. El número de viviendas necesarias para una población puede ser estimado a partir de su dinámica demográfica, más concretamente de la evolución de los hogares. 

3. Necesidad y demanda de vivienda son dos realidades diferentes. Hay necesidad que no puede convertirse en demanda (problema de la vivienda por carencia absoluta o inadecuación por precios, tipos, localización…) y puede haber demanda de vivienda en compra aunque no exista necesidad de alojamiento (segunda residencia, inversión…). 

4. Las necesidades de vivienda han de ser estimadas para ámbitos y momentos determinados en los que poder aplicar políticas de vivienda, planificar desarrollos residenciales o plantear estrategias empresariales. Las estimaciones de necesidades de vivienda para el conjunto nacional están viciadas de origen por partir de un error conceptual básico: los hogares necesitan sus viviendas en ámbitos territoriales concretos; los datos a escala nacional no tienen utilidad práctica. 

5. El crecimiento del número de hogares no significa necesariamente que haga falta construir nuevas viviendas. Habrá que contraponer ese incremento con el stock de viviendas disponibles en el mismo ámbito territorial. 

6. La dinámica de hogares, o cambios que de manera continua se producen en su número y en su composición, es el resultado de una serie de flujos (creación, extinción, transformación…) que hacen que aumente o disminuya su número y que varíen los tipos de hogares existentes (evolución de las formas de convivencia y de las estructuras y tamaños de los hogares). Los flujos de creación están básicamente alimentados por los procesos de emancipación, mientras que los de hogares que desparecen son consecuencia directa del fallecimiento del último miembro de hogares preexistentes. 

7. En el caso de la población Española, la inercia que nos muestra gráficamente la pirámide de edades anuncia, de manera irrefutable, un progresivo debilitamiento de los flujos debidos a la emancipación y un incremento, también creciente, de los flujos de extinción. 

8. No es técnicamente correcto que la reducción del tamaño medio sea la causa del crecimiento del número de hogares por encima del crecimiento de la población en su conjunto. La reducción del tamaño medio del hogar se debe a diferentes causas: prolongación de las fases de nido vacío y de extinción por el aumento de la esperanza de vida; reducción de la fecundidad en los hogares en fase expansiva; aumento de las separaciones y de los hogares monoparentales, o el aumento de las personas que tras la emancipación deciden vivir solas. Sólo los dos últimos fenómenos pueden incidir el aumento del número de hogares. La variación del número de hogares va a depender, sobre todo, de la inercia negativa de la actual pirámide, como ya ha quedado dicho en el punto anterior. 

9. Las migraciones son un muy importante factor de cambio en la dinámica demográfica y pueden incidir de muy distintas formas en la dinámica de hogares, según los flujos de entradas y de salida y los perfiles de los migrantes y sus formas de convivencia. Los flujos migratorios pueden ser eventualmente el factor de cambio demográfico más importante, bien por movimientos locales de carácter residencial, como por las corrientes interregionales o internacionales generadas por distintos motivos, no sólo laborales. 

10. Los flujos migratorios de hogares generan necesidad de vivienda en el lugar de destino y dejan viviendas libres en el lugar de partida. Los efectos de estos flujos, de máxima relevancia en el cálculo de necesidades, quedan ocultos en los datos a nivel nacional. 
___
[1] Para más información sobre “hogares y formas de convivencia”, puede verse: Vinuesa, J y Puga, D. (2007) Técnicas y ejercicios de demografía. Madrid, Instituto Nacional de Estadística, pp.253-298

Notas publicadas anteriormente en el Blog sobre la estimación de las necesidades de vivienda.



A VUELTAS CON LA VIVIENDA (17 de enero de 2013) 





jueves, 7 de mayo de 2015

¿Cuántas viviendas dicen ahora que se necesitan en España?

Inmodiario, Actualidad y Noticias del Sector Inmobiliario publicó el 4 de mayo, la siguiente noticia:


“Sensatez del nuevo presidente de los promotores y constructores inmobiliarios, Gómez-Pintado

En la noticia se alaba la sensatez de los promotores inmobiliarios al fijar las necesidades de vivienda para España en 150.000 al año, la mitad de la cifra que se venía defendiendo por el anterior equipo directivo de la Asociación de Promotores hasta hace apenas tres años. 

Por otra parte en Spanish Real State el mismo día se publica que: 
"El BBVA estima que el mercado inmobiliario ha superado la crisis y se encuentra ya en una etapa de crecimiento, aunque no se estabilizará hasta el año 2016, según dijo el director general de BBVA Real Estate, Agustín Vidal-Aragón, en una conferencia organizada por el Círculo de Empresarios del Sur de España, Cesur.  
Vidal-Aragón avanzó que en un plazo de dos años el sector alcanzará un punto de equilibrio. La comercialización de viviendas alcanzará en ese momento unas 450.000 unidades anuales, y se iniciarán unas 200.000 viviendas cada año, frente a las 30.000 iniciadas en 2014 o las 700.000 que se alcanzaron en el pico de la burbuja.
"Ha comenzado un nuevo ciclo. El mercado existe y hay que aprovechar la oportunidad", apuntó el responsable de la división inmobiliaria del BBVA, que incidió en que "el nivel de accesibilidad a la vivienda está en su mejor momento desde el año 2000".
Sin embargo, el directivo recalcó que existe el riesgo de "repetir los errores del pasado". "Parece que muchos esperan que volveremos a la situación del año 2002", advirtió. Vidal-Aragón que también alertó de los efectos contraproducentes de "hundir los precios" en el conjunto del sector. "Si tiramos los precios, tiramos el valor del patrimonio de todos los españoles", concluyó." 
Reiteramos una vez más lo que venimos advirtiendo desde hace años y ha quedado reflejado en anteriores entradas:

 (30 de junio de 2012) 

A VUELTAS CON LA VIVIENDA 
(15 de enero de 2015) 


Si nos atenemos a las recientes Proyecciones de Hogares elaboradas por el INE, con las que coincidimos, las 150.000 viviendas año, de las que ahora se habla como estimación “sensata”, duplican ampliamente las previsiones del saldo neto medio anual de hogares hasta 2022. 

No está claro qué entiende la Asociación de Promotores por “necesidades de vivienda”. Conceptualmente no es correcto dar datos para el conjunto de España, ya que las necesidades de vivienda habrían de estar referidas a ámbitos locales. No parece interesar la información precisa sobre el stock de vivienda disponible por zonas ni sobre los crecientes flujos de viviendas que irán quedando desocupadas como consecuencia de la propia dinámica demográfica y que vendrán a sumarse a las que necesitan ser reformadas. Sólo parece estar claro el interés por dinamizar el mercado de nueva vivienda, por la persistencia de un modelo sólo fundamentado en el interés del negocio inmobiliario, que está bien que se “modere”. Pero no nos engañemos, el problema radica en la naturaleza del modelo antes que en la intensidad con que se produzca. 

Para responder a la pregunta de cuántas viviendas van a necesitarse, hay que precisar qué tipo de viviendas, dónde, para quién, y comprobar si ya existen.

lunes, 13 de abril de 2015

Urbanismo y vivienda a través de los programas marco para las autonomías y los municipios de diferentes formaciones políticas



La última sesión del curso del Grupo Territorio Racional y Sostenible (2014-2015),  “Propuestas para combatir el despilfarro urbanístico”.,  está dedicada a confrontar la opinión de los expertos que han participado en nuestros cursos con las propuestas de los Partidos Políticos sobre la necesidad de un nuevo modelo de desarrollo urbano y de cambios en las políticas de vivienda.

Como aportación documental previa a dicha sesión, presentamos a continuación algunas de las propuestas recogidas de los Programas Marco Autonómicos y Locales, disponibles a fecha de hoy en la Red. 

La selección de los textos de los Programas está hecha bajo nuestro criterio, con la única intención de facilitar la máxima información, y recoge párrafos literales de los documentos de los que están extraídos.

domingo, 15 de marzo de 2015

Libros del Banco Iberoamericano de Desarrollo BID sobre la vivienda en alquiler

 El problema de la vivienda es “crónico” y universal. Aunque pueda manifestarse con diferentes formas e intensidades, al final siempre se concreta en la dificultad –a veces absoluta- que encuentran importantes proporciones de población para disfrutar del derecho básico de disponer de una alojamiento digno y adecuado. El problema requiere tratamientos específicos para cada ámbito territorial y cada momento, invitamos a leer estos libros editados por el Banco Interamericano de Desarrollo que estudian la importancia del alquiler como posible solución.


Descargar: Busco casa en arriendo: Promover el alquiler tiene sentido.

lunes, 2 de marzo de 2015

DECÁLOGO PARA COMBATIR LA VIVIENDA VACÍA Y AUMENTAR EL ALQUILER ASEQUIBLE

 Javier Burón ha colgado en su Blog LEOLO una buena reseña de la sesión “El gran despilfarro social de las viviendas desocupadas”, que celebramos en La Casa Encendida el pasado día 26 de febrero dentro del curso “Propuestas para combatir el despilfarro urbanístico”. En ella incorpora un concluyente “Decálogo para combatir la vivienda vacía y aumentar el alquiler asequible”, cuya lectura es muy recomendable. 

viernes, 16 de enero de 2015

Los “ímpetus inmobiliarios” frente a la realidad geodemográfica

 La actividad inmobiliaria, al amparo y con el estímulo de un modelo de planeamiento urbanístico desarrollista a ultranza, se ha caracterizado –y no sólo durante la última burbuja inmobiliaria- por un total desprecio hacia las llamadas a la contención que la dinámica de la población española viene emitiendo desde hace decenios. Incluso, con todas las heridas de los excesos del boom abiertas, no faltan las invocaciones a una recuperación de pasados ritmos de construcción de viviendas, apoyadas en ficticias expectativas demográficas.


En los últimos años ya he incorporado al Blog varias entradas: sobre los resultados de algunas proyecciones de hogares, para hacer algunas acotaciones sobre la cuantificación de las necesidades de nuevas viviendas, para rebatir algunos falsos argumentos demográficos y, siempre, para reclamar un cambio de modelo que diferencie, desde el planeamiento urbanístico, las “necesidades de vivienda” como alojamiento y la “demanda de vivienda” como activo-económico-financiero

Decía en A vueltas con la vivienda que la construcción de muchas más de las necesarias no ha sido un error por sobreestimación de la demanda de viviendas para alojamiento, ha sido un proceso coherente con el modelo económico, justificado por el peso de la actividad inmobiliaria y de la construcción en el PIB, por su relevancia en la financiación de las haciendas locales y regionales y por las expectativas de enriquecimiento que generaba en las economías familiares. Simplemente no se han querido escuchar los “aguafiestas” avisos de la demografía que, entre otros, llamaban a la contención. 

Vuelvo a apoyarme ahora en los resultados de un nuevo ejercicio de prospectiva demográfica: se trata de las primeras Proyecciones de hogares publicadas en octubre de 2014 por el INE, que “proporcionan una simulación estadística del número de hogares futuros de España, de cada comunidad autónoma y de cada provincia, en el caso de que se prolonguen las tendencias demográficas y comportamientos sociales actualmente observados.”

Los resultados de estas primeras Proyecciones de hogares, para el periodo 2014-2029, vienen a confirmar, en lo fundamental, las estimaciones que he presentado en anteriores ocasiones: estamos ante una drástica e inevitable tendencia decreciente de la formación de nuevos hogares en la población española. En las estimaciones que hice en 2012, concluíamos que no cabía esperar crecimientos muy por encima de los 71.000 hogares al año hasta 2021. Las proyecciones que ahora presenta el INE estiman, tras incorporar las nuevas tendencias migratorias, un incremento medio de menos de 61.000 hogares al año para el periodo 2015 a 2029.