domingo, 30 de agosto de 2015

A propósito de la sentencia del Tribunal Supremo contra las propuestas de crecimiento del Plan de Ávila y el análisis demográfico



(Nota publicada en territoriosostenible2011 )

Como continuación de la anterior entrada, escrita por Blanca Martín (“El tribunal supremo dicta sentencias contra planes urbanísticos por falta de motivación…”), escribo esta nota para poner el foco una vez más sobre la utilización fraudulenta del “factor demográfico”.

En el fondo se trata de insistir una vez más en las opiniones, ya expuestas en otras notas y artículos, sobre la utilización tergiversadora del crecimiento demográfico como argumento para justificar desarrollos urbanísticos innecesarios. La novedad está en la sentencia del Tribunal Supremo que esgrime criterios en defensa de la racionalidad y rechaza, por fraude de ley, las excesivas, por innecesarias, clasificaciones de suelo.

Utilizaré sólo algunos párrafos de la Sentencia del TS, Sala de la Contencioso de 19/06/15, que anulan la aprobación por el Ayuntamiento de Ávila y la Junta de Castilla y León de ciertos desarrollos urbanísticos por “previsión de edificaciones no ajustada a las necesidades de población”. 

Es conveniente haber leído la nota de Blanca Martín para completar todos los detalles de la sentencia; aquí sólo voy a referirme a la argumentación “demográfica” del Ayuntamiento y a la respuesta que el Tribunal Supremo da en la sentencia. Se transcriben a continuación los párrafos correspondientes:
“Conviene recordar que la modificación tiene por objeto las siguientes actuaciones: la reclasificación de 926.129,93 m2 de suelo rústico común como suelo urbanizable…
Frente a tal finalidad la sentencia razona lo siguiente:
… c) "tampoco se comprende cómo se parte de estudios demográficos que el propio Ayuntamiento reconoce que difieren de los datos oficiales del INE y se afirma en la contestación a la demanda, que desde el servicio de Estadística del Ayuntamiento se defiende la tesis de que la cifra de empadronados que realmente reside en el municipio al finalizar el año 2009 supera el umbral de 60.000 habitantes, cuando si se acude a la página web del Ayuntamiento, en la fecha actual, resulta que la cifra de población actualizada al mes de agosto de 2013 es de 60.505 habitantes, luego dicha cifra solo se ha superado este año y con una población según el INE para el año 2012 de 58.915 como se puede consultar en su página web oficial".
Al parecer, la única información manejada es el número de habitantes de la ciudad, sobre los que se produce una discrepancia que realmente carece de todo interés. No se entiende qué pretende demostrar el Plan General (el Ayuntamiento) al “defender la tesis” de que la cifra de empadronados a final de 2009 “supera el umbral de los 60.000”. Se supone que el TS, al contraponer con otro dato del INE, sólo pretende poner de manifiesto que no hay crecimiento demográfico, para subrayar con ello otro de los cuestionamientos formulados por la Sentencia: 
…b) "tampoco se comprende la urgencia de la modificación, cuando según los propios datos del Ayuntamiento, en el PGOU vigente se planteaban un total de 17.278 viviendas, de las cuales se han ejecutado 6.608, lo que implica que quedan por ejecutar 10.670 viviendas, si quedan dichas viviendas por ejecutar, no existe una urgencia de que por vía de modificación se pretenda añadir a las mismas las 3.396 viviendas planteadas por la Sexta Modificación, sin esperar a la revisión del Plan".
Las 10.670 viviendas por ejecutar suponen, aproximadamente, una capacidad potencial para acoger a otros 28.000 habitantes, en una ciudad de 60.000, que apenas crece y sobre la que resulta muy difícil defender hipótesis de futuros crecimientos. Con la evidencia de ese exceso de capacidad y la atonía demográfica, ¡se intenta una modificación puntual para que se pueda urbanizar otras 93 Ha de suelo rústico! 

Pero la discusión debería ir mucho más allá del número de habitantes de la ciudad. Un Plan General de Urbanismo debería plantear, a partir de criterios técnicos y políticos defendibles desde la racionalidad, un “modelo de ciudad” que garantice el interés general, la sostenibilidad, la equidad, la cohesión social y territorial. Y una parte importante de los análisis técnicos, del diagnóstico y de la formulación de propuestas corresponde al análisis de la dinámica demográfica, en cuanto que es un componente estructurante de cualquier territorio. Ese análisis, realizado con capacidad técnica y rigor, ha de garantizar racionalidad a los objetivos de crecimiento, coherentes con el “modelo de ciudad” elegido.

No es este el momento de extendernos en los fundamentos teóricos que aporta la Geodemografía sobre las interacciones de la dinámica demográfica y el desarrollo territorial, sólo recordaremos que la población residente, junto con la que “utiliza” un territorio, ha de ser considerada como “causa” y como “efecto” en el proceso de cambios hacia la ciudad que se quiere alcanzar. En el análisis territorial la dinámica demográfica es: tamaño de la población, ritmos de crecimiento, componentes del crecimiento, composición –estructura por sexo, edades, nivel de formación y otras características socioeconómicas-. La población ha de ser valorada en un enfoque sistémico como “presión”, “ocupación”, necesidades a satisfacer, demandas, capacidades productivas… 

A su vez el territorio objeto de planificación ha de ser considerado como un conjunto de factores de atracción y repulsión de la población: por su superficie, como medio natural, como oferta de recursos naturales, de infraestructuras, de vivienda, de equipamientos y servicios, de empleo…, dentro de una determinada organización político administrativa y, siempre, teniendo presente el papel que juega en el sistema de asentamientos al que pertenece. 

El ajuste entre las necesidades de alojamiento y la oferta de vivienda, siendo muy importante, solo es una de las numerosas interacciones población-territorio a las que el planeamiento urbanístico ha de dar una respuesta equilibrada y coherente con los principios de racionalidad y equidad que se le suponen. 

Sin embargo, desde que existe planeamiento urbanístico en España, en ese “ajuste” se producen todo tipo de inconsistencias técnicas y arbitrariedades que, en definitiva, no son sino una forma de corromper su naturaleza racionalizadora. El análisis de la dinámica demográfica no cumple las mínimas exigencias de calidad técnica y esa ausencia de rigor permite después hacer falaces “proyecciones de población”, igualmente carentes de fundamento técnico, pero que son utilizados como argumentos indiscutibles para justificar nuevos desarrollos urbanísticos, dimensionados a la medida de los intereses puntuales del negocio inmobiliario, bajo el irracional principio de “cuanto más mejor”.

Un análisis prospectivo serio de la población, traducido a necesidades de vivienda, proporciona las referencias necesarias para la formulación de las principales determinaciones de cualquier plan urbanístico. Hay que definir y delimitar correctamente ámbitos y periodos y utilizar el hogar –no sólo el habitante- como unidad de análisis. No pueden hacerse diagnósticos correctos sin tener en cuenta que cada término municipal está dentro de un territorio más amplio con el que comparte funciones de acuerdo con la organización del sistema de asentamientos. Tampoco son aceptables las proyecciones para horizontes temporales que, por lejanía, queden fuera de cualquier previsión mínimamente defendible desde la razón.

De acuerdo con lo ya enunciado más arriba, la dinámica demográfica futura dependerá de factores endógenos de la propia población, en buena medida dependientes de la pirámide de edades, (flujos de nuevos hogares por emancipación y flujos de desaparición de hogares por extinción) y del saldo neto de hogares resultante de la diferencia entre los que llegan y los que se van. Esta es la variable más difícil de pronosticar y puede estar en función de los factores de atracción y de expulsión del ámbito de estudio y de otros territorios no siempre definibles. La existencia de viviendas atractivas por precio, adecuación y localización es probablemente uno de los factores que más pueden incidir en el crecimiento, siempre y cuando exista demanda. 

En términos generales, los planes urbanísticos municipales, al no tener argumentos para defender la necesidad de crecimiento a partir de la evolución de la demanda endógena, presuponen –al margen de lo razonable- un potencial ilimitado de demanda exógena de vivienda. Tal presunción, discutible en sí misma, se ve reducida al absurdo al constatar que todos los municipios actúan con los mismos planteamientos arbitrarios y maximalistas. Así, por ejemplo, en la Comunidad de Madrid prácticamente en todos los Planes Generales se ha sobredimensionado las necesidades de crecimiento residencial sobre la hipótesis de absorber para sí la porción “apetecida” del inmenso potencial de la demanda metropolitana. El simple ejercicio de totalizar esos excesos ofrece un panorama de decenas de miles de viviendas sin uso, de miles de hectáreas clasificadas y urbanizadas innecesariamente. Es obvio que no se habría llegado a estos despropósitos, al menos con el grado de irracionalidad con que se ha producido, de haber existido un instrumento de coordinación interterritorial, que además de frenar las estrategias municipales para atraer el potencial urbanizador a su suelo, impusiese criterios de racionalidad territorial en el desarrollo de la región metropolitana. También habría resultado eficaz una mínima exigencia de calidad técnica y de rigor en los “análisis demográficos” de los Planes, supuestamente realizados por técnicos cualificados (recomiendo leer el artículo “La (sobre)dimensión del crecimiento residencial en Madrid. El planeamiento urbanístico como coartada”).

Volviendo sobre la Sentencia, también me parecen muy interesantes, a este respecto, los pronunciamientos que incorpora el Tribunal Supremo sobre la discrecionalidad de las decisiones de los poderes públicos: 
“Puede afirmarse, en conclusión que el control judicial "aspira a evitar que se traspasen los límites racionales de la discrecionalidad y se convierta ésta en fuente de decisiones que no resulten justificadas " (Sentencia de 8 de junio de 1992), pues "la discrecionalidad no supone una permisividad para actuar en contra de las más elementales reglas de la racionalidad y el buen sentido, sino que está limitada por ellas " (Sentencia de 18 de julio de 1992).”
En conclusión, aunque no es la primera vez que los Tribunales de Justicia anulan desarrollos urbanísticos, en esta ocasión se hace por falta de justificación y de racionalidad de las propuestas de crecimiento. Los mismos razonamientos empleados en esta sentencia habrían llevado a anular cientos, quizás miles, de modificaciones de Planes Generales por toda España. Cabe esperar el comienzo de una nueva era en la que se pueda denunciar ante los tribunales de justicia el fraude de ley que supone el insuficiente rigor técnico y la falta de racionalidad que, hasta ahora, no se le ha exigido al planeamiento urbanístico para clasificar nuevos desarrollos.

sábado, 11 de julio de 2015

Falta rigor en el análisis demográfico para desmontar falacias sobre las viviendas necesarias


En una anterior entrada en este Blog (¿Cuántas viviendas dicen ahora que se necesitan en España?) comentábamos unas declaraciones del presidente de los promotores y constructores inmobiliarios, Gómez-Pintado, en las que afirmaba que “la construcción de unas 150.000 viviendas al año en España serían más que suficientes”.

En este caso tenemos que referirnos a una breve nota publicada en CEPREDE, elaborada por Juan José Méndez, donde “se analiza la evolución, proyecciones y escenarios de la población, los hogares y las viviendas”. 

En la nota de CEPREDE, de cuya existencia he tenido conocimiento a través de Ignacio Aguirre, se recogen una serie de afirmaciones sobre las proyecciones del INE, la dinámica demográfica y la vivienda, cargadas de imprecisiones e inexactitudes:
“Las proyecciones de población elaboradas por el INE (2014 - 2064) adelantan una cierta contención de la población total que tendría su reflejo, entre otras magnitudes, en las necesidades de vivienda, aunque estas proyecciones están sujetas a una alta volatilidad. Las cifras proyectadas a futuro son muy dependientes de los ratios demográficos monitoreados año a año por la entidad oficial y cuya variabilidad en tiempos de grandes cambios generan cambios anuales importantes.”
“Al margen de la reducción de la población, el número de hogares podría aumentar a un ritmo medio anual de unos 145.000 por año debido a la reducción del tamaño medio por hogar.”
“La brecha entre el aumento neto del parque residencial y los nuevos hogares se iría cerrando progresivamente a medida que se vaya absorbiendo el stock acumulado, contribuyendo a aumentar la demanda de viviendas aunque a un ritmo muy moderado.”
“El total de la población se podría reducir en torno a 1 millón de personas en los próximos 15 años. Para el futuro, lo que subyace es el componente de inmigración, la tasa de fertilidad de las mujeres y la esperanza de vida. Por lo que se abren muchos escenarios.”
Entiendo que estamos ante un ejemplo más de trato poco respetuoso con el análisis demográfico por la falta de rigor con que se obtienen y se aplican conclusiones, especialmente a la hora de interpretar los fenómenos y al dimensionar las necesidades de vivienda.

No voy a insistir en contraponer otras estimaciones que, también a partir de las Proyecciones del INE, dan unos incrementos del número de hogares muy por debajo de los que en la nota se anuncia (ver las entradas publicadas en este Blog y relacionadas al final de esta nota). 

Los intereses vinculados a la recuperación de la promoción inmobiliaria y la construcción no podrán seguir indefinidamente ignorando la realidad demográfica. Para quienes estén interesados en un análisis más riguroso de la evolución de las necesidades de vivienda, dedicaré esta entrada a recordar algunas consideraciones básicas [1]

1. Disponer de un alojamiento digno y adecuado es una de las necesidades básicas del ser humano y tener satisfecha esa necesidad es un derecho universalmente reconocido. No hay que confundir este derecho con el de ser propietario de una vivienda.

2. Cada hogar necesita una vivienda. El número de viviendas necesarias para una población puede ser estimado a partir de su dinámica demográfica, más concretamente de la evolución de los hogares. 

3. Necesidad y demanda de vivienda son dos realidades diferentes. Hay necesidad que no puede convertirse en demanda (problema de la vivienda por carencia absoluta o inadecuación por precios, tipos, localización…) y puede haber demanda de vivienda en compra aunque no exista necesidad de alojamiento (segunda residencia, inversión…). 

4. Las necesidades de vivienda han de ser estimadas para ámbitos y momentos determinados en los que poder aplicar políticas de vivienda, planificar desarrollos residenciales o plantear estrategias empresariales. Las estimaciones de necesidades de vivienda para el conjunto nacional están viciadas de origen por partir de un error conceptual básico: los hogares necesitan sus viviendas en ámbitos territoriales concretos; los datos a escala nacional no tienen utilidad práctica. 

5. El crecimiento del número de hogares no significa necesariamente que haga falta construir nuevas viviendas. Habrá que contraponer ese incremento con el stock de viviendas disponibles en el mismo ámbito territorial. 

6. La dinámica de hogares, o cambios que de manera continua se producen en su número y en su composición, es el resultado de una serie de flujos (creación, extinción, transformación…) que hacen que aumente o disminuya su número y que varíen los tipos de hogares existentes (evolución de las formas de convivencia y de las estructuras y tamaños de los hogares). Los flujos de creación están básicamente alimentados por los procesos de emancipación, mientras que los de hogares que desparecen son consecuencia directa del fallecimiento del último miembro de hogares preexistentes. 

7. En el caso de la población Española, la inercia que nos muestra gráficamente la pirámide de edades anuncia, de manera irrefutable, un progresivo debilitamiento de los flujos debidos a la emancipación y un incremento, también creciente, de los flujos de extinción. 

8. No es técnicamente correcto que la reducción del tamaño medio sea la causa del crecimiento del número de hogares por encima del crecimiento de la población en su conjunto. La reducción del tamaño medio del hogar se debe a diferentes causas: prolongación de las fases de nido vacío y de extinción por el aumento de la esperanza de vida; reducción de la fecundidad en los hogares en fase expansiva; aumento de las separaciones y de los hogares monoparentales, o el aumento de las personas que tras la emancipación deciden vivir solas. Sólo los dos últimos fenómenos pueden incidir el aumento del número de hogares. La variación del número de hogares va a depender, sobre todo, de la inercia negativa de la actual pirámide, como ya ha quedado dicho en el punto anterior. 

9. Las migraciones son un muy importante factor de cambio en la dinámica demográfica y pueden incidir de muy distintas formas en la dinámica de hogares, según los flujos de entradas y de salida y los perfiles de los migrantes y sus formas de convivencia. Los flujos migratorios pueden ser eventualmente el factor de cambio demográfico más importante, bien por movimientos locales de carácter residencial, como por las corrientes interregionales o internacionales generadas por distintos motivos, no sólo laborales. 

10. Los flujos migratorios de hogares generan necesidad de vivienda en el lugar de destino y dejan viviendas libres en el lugar de partida. Los efectos de estos flujos, de máxima relevancia en el cálculo de necesidades, quedan ocultos en los datos a nivel nacional. 
___
[1] Para más información sobre “hogares y formas de convivencia”, puede verse: Vinuesa, J y Puga, D. (2007) Técnicas y ejercicios de demografía. Madrid, Instituto Nacional de Estadística, pp.253-298

Notas publicadas anteriormente en el Blog sobre la estimación de las necesidades de vivienda.



A VUELTAS CON LA VIVIENDA (17 de enero de 2013) 





jueves, 7 de mayo de 2015

¿Cuántas viviendas dicen ahora que se necesitan en España?

Inmodiario, Actualidad y Noticias del Sector Inmobiliario publicó el 4 de mayo, la siguiente noticia:


“Sensatez del nuevo presidente de los promotores y constructores inmobiliarios, Gómez-Pintado

En la noticia se alaba la sensatez de los promotores inmobiliarios al fijar las necesidades de vivienda para España en 150.000 al año, la mitad de la cifra que se venía defendiendo por el anterior equipo directivo de la Asociación de Promotores hasta hace apenas tres años. 

Por otra parte en Spanish Real State el mismo día se publica que: 
"El BBVA estima que el mercado inmobiliario ha superado la crisis y se encuentra ya en una etapa de crecimiento, aunque no se estabilizará hasta el año 2016, según dijo el director general de BBVA Real Estate, Agustín Vidal-Aragón, en una conferencia organizada por el Círculo de Empresarios del Sur de España, Cesur.  
Vidal-Aragón avanzó que en un plazo de dos años el sector alcanzará un punto de equilibrio. La comercialización de viviendas alcanzará en ese momento unas 450.000 unidades anuales, y se iniciarán unas 200.000 viviendas cada año, frente a las 30.000 iniciadas en 2014 o las 700.000 que se alcanzaron en el pico de la burbuja.
"Ha comenzado un nuevo ciclo. El mercado existe y hay que aprovechar la oportunidad", apuntó el responsable de la división inmobiliaria del BBVA, que incidió en que "el nivel de accesibilidad a la vivienda está en su mejor momento desde el año 2000".
Sin embargo, el directivo recalcó que existe el riesgo de "repetir los errores del pasado". "Parece que muchos esperan que volveremos a la situación del año 2002", advirtió. Vidal-Aragón que también alertó de los efectos contraproducentes de "hundir los precios" en el conjunto del sector. "Si tiramos los precios, tiramos el valor del patrimonio de todos los españoles", concluyó." 
Reiteramos una vez más lo que venimos advirtiendo desde hace años y ha quedado reflejado en anteriores entradas:

 (30 de junio de 2012) 

A VUELTAS CON LA VIVIENDA 
(15 de enero de 2015) 


Si nos atenemos a las recientes Proyecciones de Hogares elaboradas por el INE, con las que coincidimos, las 150.000 viviendas año, de las que ahora se habla como estimación “sensata”, duplican ampliamente las previsiones del saldo neto medio anual de hogares hasta 2022. 

No está claro qué entiende la Asociación de Promotores por “necesidades de vivienda”. Conceptualmente no es correcto dar datos para el conjunto de España, ya que las necesidades de vivienda habrían de estar referidas a ámbitos locales. No parece interesar la información precisa sobre el stock de vivienda disponible por zonas ni sobre los crecientes flujos de viviendas que irán quedando desocupadas como consecuencia de la propia dinámica demográfica y que vendrán a sumarse a las que necesitan ser reformadas. Sólo parece estar claro el interés por dinamizar el mercado de nueva vivienda, por la persistencia de un modelo sólo fundamentado en el interés del negocio inmobiliario, que está bien que se “modere”. Pero no nos engañemos, el problema radica en la naturaleza del modelo antes que en la intensidad con que se produzca. 

Para responder a la pregunta de cuántas viviendas van a necesitarse, hay que precisar qué tipo de viviendas, dónde, para quién, y comprobar si ya existen.

lunes, 13 de abril de 2015

Urbanismo y vivienda a través de los programas marco para las autonomías y los municipios de diferentes formaciones políticas



La última sesión del curso del Grupo Territorio Racional y Sostenible (2014-2015),  “Propuestas para combatir el despilfarro urbanístico”.,  está dedicada a confrontar la opinión de los expertos que han participado en nuestros cursos con las propuestas de los Partidos Políticos sobre la necesidad de un nuevo modelo de desarrollo urbano y de cambios en las políticas de vivienda.

Como aportación documental previa a dicha sesión, presentamos a continuación algunas de las propuestas recogidas de los Programas Marco Autonómicos y Locales, disponibles a fecha de hoy en la Red. 

La selección de los textos de los Programas está hecha bajo nuestro criterio, con la única intención de facilitar la máxima información, y recoge párrafos literales de los documentos de los que están extraídos.

domingo, 15 de marzo de 2015

Libros del Banco Iberoamericano de Desarrollo BID sobre la vivienda en alquiler

 El problema de la vivienda es “crónico” y universal. Aunque pueda manifestarse con diferentes formas e intensidades, al final siempre se concreta en la dificultad –a veces absoluta- que encuentran importantes proporciones de población para disfrutar del derecho básico de disponer de una alojamiento digno y adecuado. El problema requiere tratamientos específicos para cada ámbito territorial y cada momento, invitamos a leer estos libros editados por el Banco Interamericano de Desarrollo que estudian la importancia del alquiler como posible solución.


Descargar: Busco casa en arriendo: Promover el alquiler tiene sentido.

lunes, 2 de marzo de 2015

DECÁLOGO PARA COMBATIR LA VIVIENDA VACÍA Y AUMENTAR EL ALQUILER ASEQUIBLE

 Javier Burón ha colgado en su Blog LEOLO una buena reseña de la sesión “El gran despilfarro social de las viviendas desocupadas”, que celebramos en La Casa Encendida el pasado día 26 de febrero dentro del curso “Propuestas para combatir el despilfarro urbanístico”. En ella incorpora un concluyente “Decálogo para combatir la vivienda vacía y aumentar el alquiler asequible”, cuya lectura es muy recomendable. 

viernes, 16 de enero de 2015

Los “ímpetus inmobiliarios” frente a la realidad geodemográfica

 La actividad inmobiliaria, al amparo y con el estímulo de un modelo de planeamiento urbanístico desarrollista a ultranza, se ha caracterizado –y no sólo durante la última burbuja inmobiliaria- por un total desprecio hacia las llamadas a la contención que la dinámica de la población española viene emitiendo desde hace decenios. Incluso, con todas las heridas de los excesos del boom abiertas, no faltan las invocaciones a una recuperación de pasados ritmos de construcción de viviendas, apoyadas en ficticias expectativas demográficas.


En los últimos años ya he incorporado al Blog varias entradas: sobre los resultados de algunas proyecciones de hogares, para hacer algunas acotaciones sobre la cuantificación de las necesidades de nuevas viviendas, para rebatir algunos falsos argumentos demográficos y, siempre, para reclamar un cambio de modelo que diferencie, desde el planeamiento urbanístico, las “necesidades de vivienda” como alojamiento y la “demanda de vivienda” como activo-económico-financiero

Decía en A vueltas con la vivienda que la construcción de muchas más de las necesarias no ha sido un error por sobreestimación de la demanda de viviendas para alojamiento, ha sido un proceso coherente con el modelo económico, justificado por el peso de la actividad inmobiliaria y de la construcción en el PIB, por su relevancia en la financiación de las haciendas locales y regionales y por las expectativas de enriquecimiento que generaba en las economías familiares. Simplemente no se han querido escuchar los “aguafiestas” avisos de la demografía que, entre otros, llamaban a la contención. 

Vuelvo a apoyarme ahora en los resultados de un nuevo ejercicio de prospectiva demográfica: se trata de las primeras Proyecciones de hogares publicadas en octubre de 2014 por el INE, que “proporcionan una simulación estadística del número de hogares futuros de España, de cada comunidad autónoma y de cada provincia, en el caso de que se prolonguen las tendencias demográficas y comportamientos sociales actualmente observados.”

Los resultados de estas primeras Proyecciones de hogares, para el periodo 2014-2029, vienen a confirmar, en lo fundamental, las estimaciones que he presentado en anteriores ocasiones: estamos ante una drástica e inevitable tendencia decreciente de la formación de nuevos hogares en la población española. En las estimaciones que hice en 2012, concluíamos que no cabía esperar crecimientos muy por encima de los 71.000 hogares al año hasta 2021. Las proyecciones que ahora presenta el INE estiman, tras incorporar las nuevas tendencias migratorias, un incremento medio de menos de 61.000 hogares al año para el periodo 2015 a 2029. 

martes, 6 de enero de 2015

Algo se mueve en la información sobre las viviendas

 Hace años que venimos denunciando la falta de información y de trasparencia sobre el estado y el uso del parque de viviendas, que es especialmente grave cuando se trata de las viviendas de propiedad pública o que fueron promovidas o construidas con dinero público. Siempre hemos calificado esta deficiencia como injustificable y especialmente lesiva para la eficacia de las políticas de vivienda. El informe monográfico de la oficina del Defensor del Pueblo en marzo de 2013 sobre Vivienda Protegida Vacía vino a sumarse a estas denuncias, poniendo de manifiesto el incumplimiento de esta responsabilidad de las Comunidades Autónomas.


En el País Vasco y en Cataluña hay un cierto bagaje de estudios especialmente dirigidos a fundamentar políticas que buscan fomentar la puesta en uso de las viviendas vacías. El Plan Director de Vivienda 2013-2016 del País Vasco, dirige uno de sus “Ejes Estratégicos” a la “disminución de viviendas deshabitadas” para lo que propone como una de sus “líneas de actuación” “mejorar los sistemas de detección e identificación de las viviendas deshabitadas”.

Mas recientemente, siempre tras el estallido de la burbuja inmobiliaria y ante el cariz que ha ido tomando la reacción mediática y social frente a los desahucios, algunas Comunidades Autónomas han anunciado, por primera vez desde que asumieron las competencias en materia de vivienda hace más de 30 años, su voluntad de producir información sobre las viviendas vacías. Simplemente a título de ejemplo, comentaremos lo que están planteando algunas Comunidades Autónomas, gobernadas por agrupaciones de distinto signo político: 

En Andalucía, tras la Ley 1/2010, de 8 de marzo, Reguladora del Derecho a la Vivienda, la "Ley 4/2013, de 1 de octubre, de medidas para asegurar el cumplimiento de la función social de la vivienda", regula la creación del Registro de Viviendas Deshabitadas y, a tal efecto, la Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía está poniendo en marcha en la actualidad un proyecto para desarrollar el Sistema de Información del Parque Residencial de Andalucía (SIPRA), cuyo objetivo es “constituir una base de información constantemente actualizada sobre las viviendas existentes, así como su efectiva ocupación, que permita realizar un diagnóstico habitacional de Andalucía con nivel de detalle de vivienda y posibilite el desarrollo de políticas basadas en el conocimiento exhaustivo del parque residencial”.

En la Comunidad Autónoma de Canarias, la Ley 2/2014, de 20 de junio, “de modificación de la Ley 2/2003 y de medidas para garantizar el derecho a la vivienda”, regula la creación del Registro de Viviendas Deshabitadas como “instrumento básico para el control y seguimiento de las viviendas que … hayan sido declaradas deshabitadas y ello al servicio del ejercicio de las potestades sancionadoras y de las medidas de fomento que reconoce la presente ley. El objetivo es “penalizar las casas vacías para incentivar que salgan en alquiler y abaratar el mercado”.

Un tercer ejemplo es el de la Región de Murcia cuyo Gobierno se propone desarrollar el Sistema de Información de Viviendas (SIVMURCIA), como un geoportal temático integrado en el Sistema de Información Territorial (SITMURCIA), mediante convenios de colaboración con los ayuntamientos para facilitar la toma de decisiones en la política de vivienda. Se trata de crear un censo de viviendas vacías, interrelacionando bases de datos georreferenciados de diversos organismos y entidades, como son los de catastro, servicio de vivienda y empresas suministradoras, que permita la elaboración de análisis y diagnósticos que sirvan de base para la redacción de planes y estrategias en materia de vivienda.

Por último, en la Ley Foral 24/2013, de 2 de julio, “de medidas urgentes para garantizar el derecho a la vivienda en Navarra” también se regula la creación del Registro de Viviendas Deshabitadas. “La declaración de una vivienda como deshabitada supone su inscripción en este registro, así como la notificación de este hecho al ayuntamiento correspondiente para, en su caso, aplicarle un recargo en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI).

Esperemos que estas iniciativas no se queden en algo puntual, que no sólo busquen atenuar los efectos de las criticas y la conflictividad producidos por el dramatismo de los desahucios reflejados en los medios. No vamos a entrar ahora en el complejo problema de dar una definición normativa de “vivienda vacía” que sea aplicable en la práctica, simplemente vamos a limitarnos a comentar lo que se supone que son proyectos para mejorar la información sobre las viviendas. 

Son iniciativas que no serían novedosas ni tendría especial interés si, como lamentablemente puede deducirse de algunos de los ejemplos presentados, sólo pretendieran apoyar el proceso de penalizar económicamente a través del IBI a los propietarios de viviendas vacías. Una de las mayores amenazas para la consolidación y la permanencia de los sistema de información que se necesitan sería que se les quisiera dar, o que sean percibidos por la sociedad, como simples herramientas confiscatorias.

Sólo tendrían interés si, como se anuncia en los casos de Andalucía y Murcia, se hace con la voluntad de crear sistemas de información, con vocación de continuidad y con el propósito de que sirvan de soporte imprescindible sobre los que fundamentar mejoras en las políticas de vivienda. 

Sería muy importante que este propósito de conocer la situación del parque residencial, con objeto de iluminar decisiones de planeamiento urbanístico y sobre todo, garantizar el derecho universal a un alojamiento digno y adecuado, comenzase por registrar todas aquellas viviendas propiedad de organismos públicos, las que han sido promovidas por administraciones públicas, las que se han construido o, en general, han disfrutado de algún tipo de ayuda de dinero público. Podría servir como “piloto” para tratar después de extenderlo a todo el parque de viviendas.

Además de que las Administraciones Regionales se doten de normativa legal e implementen los recursos económicos y humanos necesarios para la puesta en marcha de estos sistemas de información, será imprescindible contar con la colaboración de otras Administraciones, especialmente de los Ayuntamientos.

Obviamente, la información que venimos demandando sobre el parque de vivienda, sobre su realidad física y sobre su uso, debería cubrir todo el territorio nacional para evitar indeseables “efectos frontera” y, en todo caso, debería estar sujeta a las máximas exigencias de transparencia. Ha de ser una información, completa, fiable, permanentemente actualizada y fácilmente accesible para toda la sociedad.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Cambio demográfico reciente y vivienda en España: ¿Hacia un nuevo sistema residencial? (artículo de Módenes y López-Colas)

 Muy recomendable  la lectura del artículo:

Módenes, Juan A. y López-Colas, Julián (2014). «Cambio demográfico reciente y vivienda en España: ¿hacia un nuevo sistema residencial?». Revista Española de Investigaciones Sociológicas, 148: 103-134. 

Los autores, investigadores de Centro de Estudios Demográficos (CED) de la Universidad Autónoma de Barcelona, confirman “un nuevo período de necesidad prácticamente nula de primera vivienda, que puede ser agravada por la crisis actual y sus efectos en la formación familiar.” 

En el artículo, tras abordarse empíricamente la dinámica y el cambio del sistema residencial, "(...) se identifica un importante repunte del alquiler como opción de acceso a la vivienda entre los jóvenes, cuestionando la propiedad como el elemento dominante del sistema residencial español futuro."

domingo, 16 de noviembre de 2014

LOS EFECTOS DE LA BURBUJA INMOBILIARIA EN IMÁGENES (TVE)


La proyección de imágenes grabadas en toda España por Marisol Soto y Manuel Muñoz proporciona un acercamiento a los despropósitos urbanísticos, a los paisajes de desolación producidos por la “burbuja inmobiliaria”.

Marisol Soto y Manuel Muñoz presentan su trabajo transmedia, a partir de dos reportajes. : "Nuevas ruinas y Gente sin casa", que se emiten en Documentos TV, en La 2, el 1 y 8 de diciembre de 2014. .

Los dos reportajes vienen a reflejar el paisaje postburbuja inmobiliaria en España. “Nuevas ruinas” se centra en las urbanizaciones por terminar, desocupadas o habitadas en parte. “Gente sin casa aborda la paradoja que entraña que haya vivienda vacía, desocupada, y familias sin casa.